Textos y Consignas

Los textos que se reproducen a continuacion son extraidos aleatoriamente de las numerosas lecturas de estos años en los que transité la consistencia molecular de palabras y oportunidades.
Las Consignas escriturarias ayudan, desde su eventualidad, a construir el tejido igneo de las palabras a partir de una forma no estructurada de entenderlas.
Asi, forma y contenido, no son referencias de un marco teorico.
Mas sencillamente, Textos y Consignas son un juego ceremonial al que no hay que darle mucha veracidad.
Solo un poco, poquito de ternura y solidaridad...

lunes, 22 de agosto de 2011

Hannah Arendt- De la historia a la acción- La brecha entre el pasado y el futuro

Lo primero que hay que notar es que no solo el futuro –la ola del futuro- sino también el pasado es visto como una fuerza y no, como en casi todas nuestras metáforas, como una carga que el hombre tiene que acarrear y de cuyo peso muerto los vivos pueden o incluso deben deshacerse en su marcha hacia el futuro. En palabras de Faulkner “el pasado nunca esta muerto, ni siquiera es pasado”. Además este pasado que se extiende a lo largo de todo el camino de regreso hasta el origen, no tira de nosotros hacia atrás sino que nos presiona hacia adelante y, contrariamente a lo que cabria esperar, es el futuro el que nos retorna al pasado. Desde el punto de vista del hombre, que siempre vive en el intervalo entre el pasado y el futuro, el tiempo no es un “continuum”, un fluir en ininterrumpida sucesión, el tiempo se fractura en el medio, en el punto donde “el” esta; y “su” posición no es el presente tal y como normalmente lo entendemos, sino mas bien una brecha en el tiempo cuya existencia se mantiene gracias a “su” constante luchar, y a “su” resistir contra el pasado y el futuro. Solo porque el hombre esta inserto en el tiempo y solamente en la medida en que se mantiene firme, el fluir indiferente del tiempo se fractura en los tiempos gramaticales; es esta inserción –el comienzo del comienzo, por usar términos agustinianos- la que hace que el “continuum” temporal estalle en fuerzas que entonces, y en la medida en que están focalizadas sobre la partícula o el cuerpo que les indica su dirección, empiezan a luchar entre si y a actuar sobre el modo en que Kafka lo describe.

José Saramago- El hombre duplicado

Por casualidad o intención desconocida, alguien le ha dicho al director del instituto que Tertuliano Máximo Alfonso se encontraba en la sala de profesores, haciendo hora para el almuerzo según todas las apariencias, puesto que su única ocupación desde que entro había consistido en leer los periódicos. No releía ejercicios, no daba los últimos toques a un tema en preparación, no tomaba notas, solo leía los periódicos. Había comenzado sacando de la cartera la factura del alquiler de los treinta y seis videos, la puso abierta sobre la mesa y busco en el primer periódico la pagina de los espectáculos, sección cines. Haría después lo mismo con dos periódicos más. Aunque, como sabemos, su adicción al séptimo arte sea de fecha reciente y su ignorancia acerca de todas las cuestiones relacionadas con la industria de la imagen continúe prácticamente inalterable, sabia, imaginaba o intuía que las películas de estreno no serian lanzadas inmediatamente al mercado del video. Para llegar a esta conclusión no era necesario estar dotado de una portentosa inteligencia deductiva o de fantásticas vías de acceso al conocimiento que prescindiesen del raciocinio, se trata de una simple y obvia aplicación del mas trivial sentido común, sección mercado, subseccion venta y alquiler. Busco los cines de reestreno y, uno a uno, bolígrafo en mano, fue confrontando los títulos de los filmes que se exhibían con los que constaban en la factura, marcando esta con una crucecita cada vez que coincidían. Si a Tertuliano Máximo Alfonso le preguntásemos por que motivo lo estaba haciendo, si era su idea ir a esos cines para ver las películas que ya poseía en video, lo mas seguro seria que nos mirase sorprendido, estupefacto, tal vez ofendido por juzgarlo capaz de una acción tan absurda, aunque no nos daría una explicación aceptable, salvo esa que levanta murallas ante la curiosidad ajena y que en dos palabras se dice, Porque si.