Textos y Consignas

Los textos que se reproducen a continuacion son extraidos aleatoriamente de las numerosas lecturas de estos años en los que transité la consistencia molecular de palabras y oportunidades.
Las Consignas escriturarias ayudan, desde su eventualidad, a construir el tejido igneo de las palabras a partir de una forma no estructurada de entenderlas.
Asi, forma y contenido, no son referencias de un marco teorico.
Mas sencillamente, Textos y Consignas son un juego ceremonial al que no hay que darle mucha veracidad.
Solo un poco, poquito de ternura y solidaridad...

lunes, 1 de noviembre de 2010

Jean Paul Sartre- “Baudelaire”

“No tuvo la vida que merecía” De esta máxima consoladora, la vida de Baudelaire parece una magnifica ilustración. No merecía, por cierto, aquella madre, aquella perpetua estrechez, aquel consejo de familia, aquella querida avara, ni aquella sífilis, ¿y hay algo más injusto que su fin prematuro? Sin embargo, con la reflexión surge una duda: si se considera al hombre mismo, no carece de fallas y en apariencia, de contradicciones: aquel perverso adoptó de una vez por todas la moral mas vulgar y rigurosa, aquel refinado frecuenta las prostitutas mas miserables, el gusto por la miseria es lo que lo retiene junto al flaco cuerpo de “Louchette” y su amor a la “horrorosa judía” es como una prefiguración del que mas tarde le inspirará Jeanne Duval; aquel solitario tiene un miedo horrible a la soledad, nunca sale sin compañía, aspira a un hogar, a una vida familiar; aquel apologista del esfuerzo es un “abúlico”, incapaz de someterse a un trabajo regular; lanzó invitaciones al viaje, reclamó destierros, soñó con países desconocidos, pero vacilaba seis meses antes de marcharse a Honfleur, y el único viaje que hizo le pareció un largo suplicio, ostentaba desprecio y aun odio por los graves personajes encargados de su tutela, sin embargo jamás trató de liberarse de ellos ni perdió ocasión de soportar sus fraternales amonestaciones. ¿Es pues, tan diferente de la existencia que llevó? ¿Y si hubiera merecido su vida? ¿Si, al contrario de las ideas recibidas, los hombres nunca tuvieran sino vida que merecen?”

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