Textos y Consignas

Los textos que se reproducen a continuacion son extraidos aleatoriamente de las numerosas lecturas de estos años en los que transité la consistencia molecular de palabras y oportunidades.
Las Consignas escriturarias ayudan, desde su eventualidad, a construir el tejido igneo de las palabras a partir de una forma no estructurada de entenderlas.
Asi, forma y contenido, no son referencias de un marco teorico.
Mas sencillamente, Textos y Consignas son un juego ceremonial al que no hay que darle mucha veracidad.
Solo un poco, poquito de ternura y solidaridad...

jueves, 30 de diciembre de 2010

Las Cartas de Bartolomeo Vanzetti- No lloren mi muerte

20 de octubre de 1922

Queridísima Luigina,
Como veras por las hojas adjuntas, me apresure a responder a tu última carta, y a darte todas las explicaciones que estoy en condiciones de ofrecerte.
Sin embargo y no con poca contrariedad, tuve que retrasar el despacho. El retardo se debió a que mi abogado prometió regresar al día siguiente, pero no volvió más. Seguro de que él regresaría pronto, escribí las dos cartas que el reglamento me permite en el mes. Pero paso septiembre y luego octubre, mientras yo, que todos los días me decía “Vendrá mañana”, escribí de nuevo las dos cartas.
Hace unos diez días vino a verme un compañero, miembro del Comité de defensa y me dijo que por motivos ajenos a nuestra causa, el abogado se había alejado de Boston. Me prometió volver ayer, pero no cumplió con su palabra; y como hoy es fiesta y dispongo de tiempo, decidí volver a escribirte.
Estuve muy ocupado. Traduje del ingles al italiano, un opúsculo teórico-polémico, en el cual se trata ampliamente la cuestión rusa. La traducción se publicara por entregas y luego se presentara en forma de opúsculo. Tengo la convicción de haber realizado un trabajo muy útil para el porvenir humano. Es un mendrugo de ciencia sociológica que se ofrece a los hambrientos, y solo la ciencia sociológica podrá salvar a la humanidad de la ruina. Si, como esta decidido, se hace el opúsculo, te enviare un ejemplar.
Tras la visita de Alice Stone Blackwell, poetisa, literata y traductora, socialista y miembro de una de las familias mas distinguidas de los Estados Unidos, intente un pequeño poema: L usignolo (El ruiseñor).
La señora vino a verme después de Upton Sinclair, sin duda el primer escritor de los Estados Unidos. Este publicó, después de visitarme, un llamado en mi favor. En ese llamado, dijo que yo deseaba tener un libro de prosodia italiana, porque me proponía escribir un himno. En vista de ello, la señora Blackwell vino a ofrecerme su colaboración en mis escritos...
En cuanto a los trámites legales, te diré que siguen en forma promisoria, no obstante, yo no tengo fe en ellos. La salvación esta en otra parte. Creí que tendría la palabra definitiva del juez, el mes pasado; en cambio, ya casi ha transcurrido el presente mes y el juez todavía no se expidió. ¿Será que, de puro buen cristiano espera, como la vez pasada, que lleguen las vísperas de Navidad para alegrármelas con su negativa? ¿Quien sabe?...
A ti, a papá, a Ettore y a Cenzina, muchos besos y saludos. Tu Hermano
Bartolomeo

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