Textos y Consignas

Los textos que se reproducen a continuacion son extraidos aleatoriamente de las numerosas lecturas de estos años en los que transité la consistencia molecular de palabras y oportunidades.
Las Consignas escriturarias ayudan, desde su eventualidad, a construir el tejido igneo de las palabras a partir de una forma no estructurada de entenderlas.
Asi, forma y contenido, no son referencias de un marco teorico.
Mas sencillamente, Textos y Consignas son un juego ceremonial al que no hay que darle mucha veracidad.
Solo un poco, poquito de ternura y solidaridad...

miércoles, 13 de abril de 2011

Boris Vian- El Arracacorazones

Los tres niños galopaban a cuatro patas en la sala en donde se los encerraba antes de la mamada de tresocloques. Empezaban a perder la costumbre de dormir veinticuatro horas sobre veinticuatro y a gozar con la distensión de los miembros traseros. Noel y Joel daban grititos. Citroen, mas digno, daba vueltas lentamente en torno a una mesita baja. Jacquemort los contemplaba. Solía acercarse a ellos ahora, cuando parecían ya más seres vivientes que larvas. Por efectos del clima y los cuidados recibidos habían progresado notablemente para su edad. Los dos primeros tenían pelo liso, de un rubio claro. El tercero, morocho y crespo como el día de su nacimiento, parecía tener un año mas que sus dos hermanos. Se babeaban, como es natural. Cada una de sus detenciones sobre la alfombra quedaba marcada por una manchita húmeda, unida un instante a la boca de su autor por un largo hilo momentáneo, flexible, frágil y cristalino. Jacquemort vigilaba a Citroen. Este, con la nariz apuntando al suelo, giraba ahora con suma energía. Luego sus movimientos se hicieron más lentos y se sentó. Levanto la mirada por encima de la mesita. - ¿En que estas pensando? –pregunto Jacquemort. - ¡Baauuuu!... –dijo Citroen. Tendió la mano hacia el objeto. Demasiado lejos. Se acerco sin abandonar la posición sentada y, asiendo deliberadamente el borde con los dedos, se puso de pie. - Ganaste –dijo Jacquemort-. Es exactamente así como hay que hacer. - ¡Oh, baauuu! –respondió Citroen, que soltó, cayo sentado de golpe y pareció asombrado. - ¿Ves? –dijo Jacquemort-. No había que soltarse. Es sencillo. Dentro de siete años harás tu primera comunión, dentro de veinte habrás terminado tus estudios, y cinco años mas tarde te casaras.

1 comentario:

  1. "Partre pasa el día en una taberna, bebiendo y escribiendo con otros como él que van allí a beber y a escribir; beben té de los Mares y alcoholes suaves, lo cual les evita pensar en lo que escriben y entra y sale mucha gente y esto remueve las ideas del fondo y siempre pueden pescar alguna; no hay que eliminar lo superfluo, se pone un poco de ideas y un poco de superfluo, y se diluye. La gente absorbe estas cosas más fácilmente, las mujeres, sobre todo, no gustan de lo que es demasiado puro." Boris Vian: La espuma de los días.

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